Hace tiempo que en
Der Brutalismus nos veníamos preguntando cómo podía ser que la icónica obra de
Sáenz de Oiza no apareciera en ninguna película. Estamos habituados a que sea una de las invitadas en los diferentes
programas de televisión que tratan sobre viviendas singulares, pero curiosamente no teníamos ninguna referencia cinematográfica suya. Pues bien, esta vergonzosa e intolerable situación queda resuelta con
Los Límites del Control (
Jim Jarmusch, 2009) un
thriller fuera de lo convencional en que Torres Blancas (1961-1969) aporta las localizaciones para el apartamento del misterioso y reservado asesino a sueldo cuya próxima misión se desarrolla en el film.



Son de agradecer especialmente las escenas que nos muestran las zonas privadas del edificio, a las cuales solo los inquilinos tienen acceso: el propio apartamento, el vestíbulo principal, las escaleras o la piscina de la terraza. ¡Las imágenes son fantásticas!



Al margen de su interés para los aficionados a la arquitectura por esta particularidad, la película no está nada mal, pues nos muestra el trabajo de un sicario desde planteamientos muy alejados de la espectacularidad y exhibicionismo a que Hollywood nos tiene acostumbrados. La discreción, la sagacidad y la prudencia extrema conducen al protagonista a lo largo de todo el metraje, con escasísimos diálogos y una inquietante ambientación musical que va desde el rock oscuro y atormentado
à la Tom Waits (que curiosamente colaboró con
Jarmusch en una de sus películas), al flamenco que parece apasionar a nuestro profesional del crimen.



Más información sobre el arquitecto en el programa
Tres Arquitecturas que RTVE le dedicó en 1990. De igual forma podéis ver
más imágenes de Torres Blancas en su grupo de flickr.
Muchas felicidades por el blog, todo un descubrimiento.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Javier, me alegro de que te guste. Lamentablemente como puedes ver lo tengo bastante abandonado, no por falta de contenidos sino de tiempo.
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